Proyecto Oleo – V

Capítulo V
Autor: Israel Rodríguez

 

“Aló?” respondo al encender el teléfono, y se escucha el chillido que hace una cinta de audio casete cuando esta siendo rebobinado, como el sonido con el que representan a las ardillas en los doblajes cinematográficos, así que asumo que es una grabación como las ofertas bancarias o propaganda religiosa que suele llegar a los teléfonos en estos días.

“Aló? Aló!” respondo de nuevo y efectivamente era una cinta pregrabada, porque además del sonido característico como de crujidos que desprende la cinta, hay una música de fondo muy empresarial, demasiado alegre y estúpida, justo el tipo de música que no necesito escuchar en este preciso momento.

“Este mensaje ha sido prediseñado para usted” decía la cinta, “porque nosotros conocemos verdaderamente sus necesidades” decidí colgar el teléfono, porque tenia que preparar la presentación de datos que ni conocía ni sabía como habría de esperar, pero justo cuando mi dedo se aproximaba al botón que terminaba la conversación, algo me dejó atónito:

“La presentación que estas a punto de hacer es una trampa, es por eso que no recuerdas que realmente tuvieras que hacerla, todas las figuras aceitosas que has visto durante el día no han sido, ni por casualidad, ni alucinaciones tuyas, tu mismo lo comprobaste cuando una de ellas se pegó a tu zapato; aquí te daremos las instrucciones necesarias para que puedas salir airoso de esta situación sin comprometer tu trabajo, ni mucho menos tu salud, física y mental”

Ese mensaje fue suficiente para mí para entender que era un mensaje para mi, pero me desconcertaba en demasía que hubiera sido grabado, como si alguien ya supiera lo que pasaría, en ese momento, tomo algunas hojas en blanco del portafolio y algo con que escribir, porque se que la grabación no quedaría silente por mucho tiempo, y no quería perder la oportunidad de apuntar las instrucciones que me pudiera dar, en ese momento la grabación continua

“Para este momento tu tienes ya algo con que escribir, lo cual es excelente porque no podemos perder mas tiempo y son varias las instrucciones que necesitas considerar por tu supervivencia” Atónito por la forma en la que la grabación habla como si me estuviera viendo pregunto una vez quien habla, pero la voz comienza a dar las instrucciones y preferí callar para no perder ningún detalle.

“Dentro de tu portafolio encontrarás un par de sobres, ambos color blanco, pero que tienen en la parte superior izquierdo un sello, uno de ellos color blanco, el otro de color negro; toma el que tiene el sello color negro y destrúyelo inmediatamente, el sobre blanco guárdatelo dentro de la bolsa oculta del traje” Tomé ambos sobres pero la voz siguió hablando sin parar.

“En la bolsa donde tomaste este teléfono están tres hojas de papel dobladas con un discurso prediseñado para mantener a los clientes contentos, dice exactamente todo lo que tienes que decir en la presentación, junto con referencias a graficas y estadísticas que se encuentras ordenadas ya en una unidad de memoria que puedes encontrar en ese mismo bolsillo; esta ultima se la vas a dar a la persona que te va a auxiliar con los aparatos durante tu presentación; en las hojas viene marcado con un símbolo parecido a una pluma cuando tienes que darle la señal a tu ayudante para que avance la diapositiva” Dejé todo lo que tenía en la mano para ver lo que contenía el bolsillo y encontré las hojas y la memoria computacional que imagino tenia la información que la voz hablaba.

Regresé mi atención al teléfono para continuar con las instrucciones “…así deberás comportarte durante la presentación, al final de la misma, dejarás todos los papeles y la información para que ellos la recojan, te despides de los ejecutivos que se encuentren en tu camino de salida, sin detenerte y sales del edificio sin hacer mas preguntas, ni responder nada, tu decides que pretexto puedes poner que suene creíble, de igual forma no tendrá mucha repercusión inclusive si no les dices nada”

“…saldrás del edificio, y ahora si, toma tu papel y pluma, porque te daremos unas instrucciones de cómo llegar, saliendo del edificio tomarás tu izquierda y en la esquina doblas a la izquierda de nuevo, cuando estés lejos de la vista de las personas del edificio comienza a correr, la primer cuadra la tomas a la derecha y corres derecho las siguientes tres, doblarás a la izquierda en el cruce de las avenidas principales, y no te preocupes por las señales de tránsito, tendremos un accidente automovilístico para que puedas cruzarlo a pie y pronto, sin que te detengan ni que estés en peligro” Esas palabras me dejaron perplejo porque era algo que definitivamente comenzaba a ponerme nervioso.

“…continuas cinco cuadras, a pesar que la primera es muy larga tu cuentas las esquinas en las que terminan las aceras, en la quinta das vuelta a la derecha, y la primer casa tendrá una puerta de cristal ahumado que estará abierta, entras y ahí te daremos las siguientes instrucciones, tenemos calculado que desde que sales del auditorio hasta que llegues a la base no debes tardar mas de nueve minutos, inclusive calculando que tu condición física no es optima y a medio camino te detendrás a tomar un respiro”

Me quedo atónito y dejo el celular en la mesa, tomo asiento porque me parece como un sueño, o mas bien una pesadilla, esto no puede estarme pasando a mi, esto solo pasa en las películas, estoy nervioso, son muchas instrucciones, no estoy preparado, yo solo soy un empleado, no tengo que estar haciendo hazañas de agente secreto, además, ¿porque yo? Hay cientos, probablemente miles de personas que están cien por ciento mas calificados que yo para hacer este tipo de proezas.

Dejo mis cavilaciones a un lado porque tocan la puerta, es un joven de no más de veintidós años, que se presenta como el auxiliar de logística, y me pregunta si tengo algún tipo de gráficos o diapositivas que quisiera presentar en el auditorio, atónito solo le señalo la unidad de memoria que esta en la mesa y no digo nada mas, no puedo de todos modos, el la toma y procede a retirarse, pero al estar en el umbral de la puerta me dice “Ya lo están esperando, ¿lo acompaño?”, apresurado tomo las tres hojas con las instrucciones de la presentación y salgo con el, pero el me detiene y me dice “¿Va a dejar su teléfono encendido?”

Como alguien que no puede terminar de despertar después de una noche pesada tomo el teléfono y lo pongo en mi oído, aun se escucha la grabación, se quedó en un tipo de ciclo repitiendo una frase una y otra vez “no olvides el sobre… no olvides el sobre… no olvides el sobre…” no es necesario mencionar que ya lo había olvidado, a pesar que me dijeron que el otro lo destruyera inmediatamente y no lo hice, así que tomo ambos y los pongo en mi bolsa, apago el aparato, y ruego por lo mejor mientras me muero de nervios en camino al auditorio.

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Capitulo II

Capitulo III

Capitulo IV

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